Cuando adquirimos un cachorro o un gatito debemos acudir con él al veterinario, no solo para comprobar su estado de salud, sino para detectar a tiempo cualquier anomalía congénita.
Es frecuente que los animales que vienen de tiendas o criaderos estén parasitados, no solo con lombrices o protozoos (Giardias, Coccidios) intestinales, sino incluso con pulgas o garrapatas. Debemos detectar estos parásitos lo antes posible no solo por la salud del animal sino también para evitar contagios a la familia.
En la primera revisión el veterinario llevará a cabo un examen de las heces y una exploración general que descarte entre otros los siguientes problemas:
- Soplos o arritmias cardíacas.
- Dermatitis de diversos orígenes.
- Problemas de huesos y articulaciones.
- Procesos infecciosos (respiratorios, digestivos).
- Sordera.
- Problemas de visión.
- Hernias umbilicales.

En los animales recogidos de la calle o adoptados en refugios o albergues habrá que tener en cuenta otras consideraciones, principalmente en lo que respecta a enfermedades infecciosas y parasitarias.
En el caso de los perros a veces tenemos que descartar que estén padeciendo enfermedades como la leishmaniosis, filariosis y las transmitidas por garrapatas.
Con los gatitos siempre será recomendable descartar la presencia de leucemia e inmunodeficiencia felinas, incluso de peritonitis infecciosa felina; las tres son producidas por virus y pueden ser potencialmente fatales a medio o largo plazo.
También son frecuentes la tiña (hongos en la piel) y la sarna (ácaros) en perros y gatos recogidos de albergues o perreras.
Una vez descartados todos estos problemas será el momento adecuado para empezar el plan vacunal, que acabará de completarse entre los 3 y 4 meses de vida.
A partir de ese momento será recomendable realizar una revisión médica a los 6 meses de edad y al año de vida. De esta forma podremos detectar y solucionar a tiempo problemas como:
- Retención de colmillos e incisivos de leche que no permiten un buen crecimiento de los dientes permanentes.
- Hernias umbilicales que no acabaron de resolverse espontáneamente con el crecimiento.
- Displasia de cadera, que puede producir síntomas en los primeros meses de vida.
Al mismo tiempo en la revisión de los 6 meses podremos aplicar a nuestro cachorro la primera vacuna contra la leishmaniosis. Y será un buen momento para llevar a cabo la esterilización de nuestra mascota, en el caso de que no tengamos pensado usarla como reproductora, pues la castración temprana evitará muchos problemas de comportamiento y reproductores, e incluso evitará el desarrollo futuro de tumores mamarios en el caso de las perras.
