El glaucoma y nuestras mascotas
El glaucoma es el aumento de la presión intraocular (PIO). Este incremento de la PIO destruye las células de la retina y del nervio óptico, lo cual produce una reducción progresiva de la visión, hasta la ceguera.
El glaucoma se produce por una dificultad en el drenaje del humor acuoso del ojo. La PIO se mantiene gracias a un equilibrio entre la producción de humor acuoso, dentro de la cámara posterior del ojo y su evacuación en la cámara anterior.
El glaucoma puede ser primario, es decir, no asociado a otra patología del globo ocular, de origen genético, hereditario y bilateral (en los dos ojos). Representa el 20% de los glaucomas en el perro. Es raro en el gato.
Las razas más predispuestas genéticamente son:

Y también puede haber glaucoma secundario, consecuencia de otra patología ocular que altera el flujo del humor acuoso, como p.e.: uveítis, catarata, desplazamiento del cristalino, tumores intraoculares.
Así p.e. las razas predispuestas a tener luxación de cristalino, como muchos terriers (Boston terrier, Jack Russell, Cairn, Fox, West Highland, Norwich, Manchester, Dandie Dinmont, Norfolk, Scottish) pueden tener, a consecuencia de ello, glaucoma, que en este caso llamamos secundario.
Síntomas del glaucoma:
Dolor: podemos apreciar fotofobia, ojo semicerrado, lagrimeo. Y muchos animales se presentan deprimidos, anoréxicos y con cambios en la conducta.
Ojo rojo: con los vasos sanguíneos episclerales muy marcados (lo blanco del ojo se ve muy rojo).
Edema de córnea: que da al ojo un aspecto azulado.
Midriasis: dilatación de la pupila.
Buftalmia: aumento del tamaño del globo ocular.
Luxación del cristalino: el cristalino pierde su posición natural, al romperse las fibras que lo sujetan, debido al aumento del tamaño del globo ocular.
Cataratas: por el aumento de la PIO.
Tratamiento del glaucoma:
El tratamiento del glaucoma va encaminado a mantener la visión el mayor tiempo posible y a eliminar el dolor. Para ello se suele comenzar con tratamiento médico, es decir, fármacos y colirios que reducen la presión intraocular.
Desgraciadamente el tratamiento médico suele fracasar a corto o medio plazo, debiéndose recurrir, sin demora, al tratamiento quirúrgico (láser e implantes).
Generalmente el tratamiento quirúrgico se reserva para los glaucomas en los que se preserva la función visual.
En glaucomas crónicos, con uveítis y pérdida de la visión, el tratamiento va encaminado a aliviar el dolor, por lo que frecuentemente se realizan enucleaciones sin o con prótesis intraoculares.
Siempre que descubrimos glaucoma en un ojo de una raza predispuesta trataremos a su vez al ojo que está sano, pues más tarde o temprano va a desarrollar también glaucoma, con lo cual retrasaremos el inicio de éste durante meses. Además al tener un control continuo de la PIO de este ojo sano, podremos aplicar el tratamiento más conveniente cuando se presente el glaucoma, sin demora.
Finalmente, todos los expertos recomiendan hacer medidas de la presión intraocular, 2 o 3 veces al año, en las razas predispuestas, de forma que si en algún momento se detectan valores por encima de lo normal podamos aplicar tratamiento lo antes posible.
En AV Veterinarios disponemos de un tonómetro digital de aplanación, que con la aplicación de una simple gota de colirio anestésico nos permite obtener una medida totalmente fiable de la PIO.